El marco de la historia es uno de los que mas agradaban a Ray. Un narrador, que encuentra varios misteriosos manuscritos por pura casualidad y que los traduce y publica, y que con el paso del tiempo y picado por la curiosidad, trata de desvelar el misterio que éstos atesoran. Las conclusiones quedan a cargo del lector.
El narrador nos cuenta cómo encontró un par de cuadernos entre unos papeles tirados en el muelle de Rotterdam. Son dos cuadernos escritos en diferentes idiomas -francés y alemán- y de autores diferentes que al parecer se desconocían "y que sin embargo se hubiera dicho que el manuscrito francés vertía algo de luz sobre la negra angustia que surgía (del manuscrito alemán)". Él los traduce y publica a fin de que el lector extraiga la verdad de lo que pudo suceder en 1848 en Hamburgo durante un gran incendio "que por poco detruye toda la ciudad" (¿tal vez se refiera históricamente al incendio de 1842?).
¿Una de las posibilidades? Trasgos. Pero no solo hubo trasgos. Allí había algo más que no es ni descriptible ni visible ni comprensible ni asimilable.
El Manuscrito Francés está escrito por un profesor llamado Alphonse Archipètre, quien relata cómo descubrió un callejón que solo él podía ver, el Sankt Beregonnegasse, que es una especie de portal que une dos épocas en un mismo espacio de la ciudad de Hamburgo. Es como si desde el Más Allá la abuela de Archipètre -una enorme anciana de ojos verdes- le hubiera puesto delante ese callejón para que, sin tener que delinquir en la realidad, pudiera conseguir dinero. Es ella la que repone el plato que su nieto roba cada noche. ¿Es esa mujer de ojos verdes una especie de Venus que trata de favorecer los amores entre Archipètre y Anita? ¡Compleja manera de intervenir, como una diosa menor! Pero lo cierto es que Archipètre, necesitado de dinero, decide entrar en ese misterioso callejón para robar en las casas, convencido de que robar en un plano inexistente de la realidad no es un delito. Nadie puede acusarle de robo porque roba en un lugar que no existe en el espacio de la realidad donde vive. Roba en el pasado. En ese manuscrito, Archipètre relata su experiencia.
Por otro lado, el Manuscrito Alemán está escrito por una mujer cuyo nombre desconocemos. Quiere dejar testimonio de los acontecimientos que suceden a un tal Hermman. Sabemos que vive en la Deichstrasse (barrio hamburgués), aunque no en qué época. La Gran Amenaza invisible que habita al casa, el barrio, la ciudad entera, la describe como un "Gran Miedo" (¿a la guerra?, ¿el Gran Miedo a qué?). Un miedo que se manifiesta de mil formas..., ¿es el rostro que ve Metta Rückardt, uno de los personajes? ¿Es un fantasma asesiado, o una multitud de ellos, furiosos y homicidas? ¿Trasgos? ¿Es el espíritu del Miedo? ¿O se trata de un simple espíritu atrapado en el tiempo, tal vez la proyección de Archipèstre en otra dimensión, el rostro que Metta ve, ese ser inmaterial, humo gris, al que ayuda la anónima autora del Manuscrito Alemán?
La gente desaparece o es brutalmente asesinada en ambas dimensiones, y la única persona que tiene acceso a ambas es Alphonse Archipètre a través del callejón tenebroso. Tal vez fue él el culpable de abrir la comunicación temporal, dando vía libre a los trasgos o al Espíritu del Miedo para que desataran la tragedia en la ciudad, dando lugar al descontrol, al desastre, al gran incendio que Archipètre tuvo que provocar para destruir el callejón.
Es una lectura muy aconsejable. Muchas cosas me dejo en el tintero para quienes queráis leer y descubrir este relato... Solo espero que algún día se publique una edición de todos los relatos de Jean Ray en España..., ¡sería fantástico!